martes, 17 de abril de 2012

Café Tortoni


Jorge Luis Borges, Carlos Gardel y
Alfonsina Storni.(personajes
ilustres que freceuntaban el café)
El Café Tortoni fue fundado en 1858 por un emigrante francés. Al chocolate caliente se le sumaron los churros como plato típico con el pasar de los años. Intentó darle un estilo similar a un café parisino, algo que consiguió a través de los años. El café tenía una orientación más literaria que política. Allí se juntaban escritores de renombre como Jorge Luis Borges, Mario Debenedeti o Federico García Lorca. Sin embargo, transcurrido el siglo XX se le empezó a dar lugar a la parte política, aceptando las diferentes ideologías así como también las religiones.
Con el correr de los años, Café Tortoni se convirtió en un lugar turístico. Hoy en día es uno de los lugares mas buscados por los visitantes que llegan a Argentina. A pesar de este cambio, se le sigue dando lugar a la parte artística ya sea con presentaciones de libros o exhibiciones de cuadros.
En el fondo del café se pueden diferenciar tres diferentes salas. La de la izquierda era un lugar más privado, donde en su momento acudía Alfonsina Storni para tocar el piano. Esta sala lleva su nombre en su honor. Si bien era mal visto el ingreso de mujeres a los cafés, ella lo hacía de todos modos por lo que se la consideraba una mujer progresista. Hoy en día la sala se sigue usando para shows de tango y presentaciones de cuadros y libros. En la sala del centro funcionaba una barbería, que hoy en día se utiliza como biblioteca. Por último, la sala de la derecha se llama Eladia Blasque, en honor a la compositora del tango del café. En esta sala se solían jugar juegos de mesa y billar, pero hoy en día se utiliza para entrevistas o radios y, en caso de haber mucha gente, se abre y se convierte en un lugar común para consumir.
Mesa Alfonsina Storni
Algo muy particular del café son sus muebles y cuadros que adornan sus paredes. Tanto las sillas como las mesas son las originales, algo que llama la atención de la mayoría de los que visitan al café. Los cuadros también son antiguos y todos ellos fueron donados por sus artistas o por sus descendientes.
En una charla más personal con un mozo, nos comentó sus experiencias trabajando para un café con tanta historia. Decía que “es un trabajo hermoso, donde se puede conocer mucha gente de diferentes partes del mundo”. Agregó que “es un trabajo que enriquece mucho, no solo se aprende de Buenos Aires sino también de sus artistas y sus historias”.

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